“Cuando salgas en el viaje, hacia Ítaca
desea que el camino sea largo,
pleno de aventuras, pleno de conocimientos.” K. Kavafis
El viaje, Ítaca nos espera, es una sensación extraña bordear la isla mientras viajaba en el barco siguiendo la ruta Patras-Bari, atardecía, la isla se divisaba entre las brumas y yo no veía la isla actual, en mi mente estaba la Ítaca clásica, la homérica.
El viaje es música, a mí me ocurre, recuerdo más la música de mis viajes que los lugares en sí, bueno los amigos y la música serían mi orden de preferencias, y buena comida por supuesto, y buenos bares, y …
Después de varios días sin escribir en el blog y con el programa viajando a dos velocidades más que el blog, me pongo manos a la obra para hablar de Grecia y su música. Dado el formato pequeño del programa, tuve que seleccionar parte de lo que es musicalmente mi viaje a Grecia, nada que ver con lo que sonaba en las emisoras, música pop donde la palabra “agapi” (amor) estaba trufada con ritmos griegos comerciales al estilo europop. No obstante la cantidad de emisoras que emitían música griega era claramente superior a aquellas que ponían éxitos en inglés, así que disfruté inicialmente de multitud de emisoras al estilo Cadena Dial pero en griego, buscando encontré algunas que iban en la onda Radio 3 y algunas me dieron lo que buscaba, aquellos autores con los que siento una conexión profunda y duradera, algunos de ellos están en el programa:
- Kristi Stasinopuolou. We are flying.
- Thanasis Papakonstantinou . Ta paximadia.
- Melina Kaná & Ashkabad. Milo gia sena.
- María Del Mar Bonet y Nina Venetsanou. Carta a l’exili.
- Alkistis Protopsalti & Goran Bregovic. Venzinadiko.
- Glikeria. Kanis Edo Den Tragouda.
- Savina Yannatou. Ballo Sardo.
- George Dalaras. Ki An Se Thelo.
Como suele ocurrir en Sitio Distinto la música viaja y salta de isla en isla , de bar en bar, en esta ocasión viajamos desde la Mallorca de María del Mar Bonet a Rodas, de extremo a extremo, con paradas en Cerdeña y bebimos aguardiente con Goran Bregovic y sus amigos griegos George Dalaras y Alkistis Protopsalti. No pudimos ver a las estrellas del rai, pero el alma de Rachid Taha flotaba cada vez que tomábamos una cerveza o un whisky en una discoteca griega.
El viaje seguirá, ahora a descansar y a paladear todo lo que nos ha ofrecido.
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Saludos desde El ojo de Soria